Presentamos una excursión muy cortita de apenas 3km situada en un paraje
impresionante entre los valles de Aezkoa y Garazi. Se trata de una excursión
muy recomendable y apta para todos los públicos. Hablamos de la
Cueva de Arpea. Una formación natural digna de visitar.
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Impresionantes vistas a la entrada de la Cueva de Arpea y sus
característicos plegamientos.
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El lugar, en nuestro caso acompañado de una niebla densa, nos transmitirá
sensaciones de misterio y nos hará pensar en el pasado y en cómo se moverían
los habitantes por la zona.
Contenido:
Algo sobre Arpea
La cueva de Arpa es una obra maestra creada por la naturaleza a modo de
plegamiento de las distintas capas del terreno en el que habita. Una enorme
puerta en forma de V invertida que parece que nos incita a adentrarnos en lo
más profundo de la montaña. Los plegamientos están formados por capas de roca
de distintas durezas y nos recuerda a un libro doblado. Según parece, cada una
e estas capas de medio metro de espesor aproximadamente, correspondería a unos
20.000 años en la tierra.
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Vistas a la Cueva de Arpea desde el sendero de aproximación.
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Utilizada como cobijo desde la prehistoria gracias a su situación protegida
de los vientos, ha dejado huella en la zona ya que podemos encontrar a pocos
kilómetros los conocidos dólmenes y cromlechs de Organbide, Okabe, Soraluze
y Azpegi.
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Uno de los numerosos Cromlechs situado a pocos kilómetros de Arpea.
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Además, según testimonios de la historia, en estos valles habitaban osos y
esta cueva era utilizada por los pastores de dichos tiempos para proteger a
sus rebaños de estos.
¿Cómo llegar?
Desde Aribe, tomaremos la carretera que conduce a Orbaizeta pasando por
Orbara. En Orbaizeta encontramos la carretera que lleva a la Fábrica
abandonada de Orbaitzeta. Seguimos dicha carretera y una vez pasada la
fábrica tomamos la pista a mano derecha al final de la carretera, esta
pista nos lleva al refugio de Azpegi. Todo esto transcurre por unas
tierras repletas de dólmenes y cromlechs que merecen ser visitados ya que
es una importante ruta megalítica.
Llegaremos al Collado de Orgambide donde tomaremos el camino a la derecha
siguiendo la indicación a Cueva de Arpea. Al final de dicho camino podremos
aparcar el coche y tomaremos un pequeño sendero desde el que ya podremos
observar la cueva. En unos 10 minutos estaremos a sus pies.
Visita a la Cueva de Arpea
Aunque el día no termina de acompañar, salimos en dirección a Arpea después
de realizar la
Vuelta al Embalse de Irabia, una excursión muy recomendable para combinar con esta pequeña visita a la
cueva de Arpea.
Durante el camino vamos viendo indicaciones a dólmenes y cromlechs de la
zona, todo el rato con nubes bajas y muca humedad.
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Vistas de la carretera que conduce a Arpea.
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Vistas desde el párquing de Arpea.
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Nos sentimos solos y alejados incluso en el coche. Después de liarnos un
poco con los caminos conseguimos llegar al final de la carretera donde es
posible dejar el coche para empezar a caminar.
Aparcamos y vemos el sendero estrecho a mano izquierda que se adentra en el
valle. Éste es el camino a tomar.
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Sendero de aproximación a la cueva de Arpea.
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Llegando a la cueva de Arpea.
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Con la cantidad de humedad en el ambiente encontramos el sendero totalmente
embarrado y resbaladizo. Se trata de un tramo muy corto pero por el dado
izquierdo la caída da un poco de respeto y nuestras suelas acumulan más de
dos centímetros de barro por lo que nos tomamos nuestro tiempo.
No tardamos en ver a lo lejos los pliegues que forman la cueva de Arpea y es
una imagen que sin duda sorprende rápidamente. Se observan, ya desde lejos,
las distintas capas de tierra que parecen un libro de texto doblado.
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Casas y ruinas situados en la entrada de la cueva de Arpea.
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Más vistas del pequeño poblado.
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Finalmente llegamos al pequeño valle que hay en la entrada de la cueva. Un
par de casas de piedra que parecen seguir en uso y ruinas de algún tipo de
construcción antigua que no terminamos de saber si son caminos para conducir
el ganado, o qué utilidad podían tener esa especie de conducciones de
piedra. Todo ello cubierto de un verde intenso fruto de la humedad que se
respira en la zona.
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Llegamos a la entrada de la cueva de Arpea.
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Nos refugiamos en el interior de la cueva de Arpa.
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Una vez adentrados e la cueva de Arpea, nos podemos imaginar a los pastores
refugiándose tanto a ellos mismos como a su ganado bajo el inmenso techo
natural de roca. Aunque no es posible adentrarse más allá de unos pocos
metros, parece haber una pequeña entrada donde parecía que se estaba
trabajando.
Después de disfrutar durante un rato del lugar, la calma y la soledad,
decidimos volver al coche y intentar ir a visitar alguno de los cromlechs
antes de que el tiempo empeorase más.
Os aconsejo visitar este sitio y echar un vistazo a la gran zona megalítica
y combinarlo con la
Vuelta al Embalse de Irabia. Con ello tendréis una jornada completa y muy interesante y el
desplazamiento entre ambos es mínimo
Consejos y/o comentarios
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El camino transcurre por un sendero estrecho y con pendiente por el
lateral. Es recomendable calzado adecuado, sobretodo si el suelo
está húmedo ya que se forma barro que resbala bastante. Nosotros tuvimos
que hacer el recorrido con mucho cuidado precisamente por lo resbaladizo
que estaba todo.
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Como siempre respetar y cuidar el lugar para disfrutarlo por mucho
tiempo.
Muchas gracias y hasta la próxima.
(La ruta y fotografías se realizaron el 04 de abril del 2015)
Muy bueno el reportaje!! no conocía esta cueva.
ResponderEliminarMe alegro de que te guste. Un rincón más a conocer entonces! Un saludo!
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